El Centro de Estudios Financieros (CEF) recuerda que el uso de Linkedin va mucho más allá del mero contacto con otros profesionales de la red: es preciso decirles a otros qué es lo que hacemos y qué estamos buscando. Por ello, y con el fin de extraer el máximo partido a esta plataforma de colaboración profesional, CEF ofrece diez consejos acerca de cómo utilizar Linkedin de manera eficaz, tanto orientado a la búsqueda de empleo como a hacer negocios.
Son éstos:
Estrategia. Antes de empezar a utilizar la plataforma hay que tener una estrategia definida: ¿qué objetivo buscamos: buscar trabajo, clientes, contactos para nuestra empresa en el extranjero, etc.?
Rutinas. Es importante buscar momentos en el día para revisar nuestro Linkedin y ponerlo al día, añadir nuevos contactos, etc. Asimismo, desde CEF indican que es recomendable crearse una cuenta de correo exclusivamente para las redes sociales.
Perfil. No hay que olvidar tener cumplimentado el perfil en su totalidad. Es preciso incluir una fotografía y destinada a un entorno profesional (no valen la que pondríamos en otro tipo de red social). Además, hay que rellenar el apartado extracto haciendo un resumen profesional y una breve mención a nuestros objetivos. Desde CEF afirman que es bueno incluir un email y un teléfono de contacto.
Las recomendaciones también son importantes. Al menos hay que tener dos o tres en nuestro perfil. Que éstas provengan de personas clave (por ejemplo, antiguos jefes) es una buena estrategia. Asimismo, podemos usar la zona de presentaciones para adjuntar cualquier documento, imagen o vídeo que muestre nuestro producto o actividades.
Titular. Cuando nos identifiquemos como profesionales hay que tener cuidado con los anglicismos y los títulos largos y farragosos. No hay que olvidar que las búsquedas en Linkedin funcionan mediante palabras clave y que lo que buscamos en Linkedin es que nos encuentren, sobre todo si estamos buscando trabajo. En este caso, además, hay que añadir «En búsqueda activa de empleo» a nuestro título profesional.
Búsqueda. Una vez que hemos confeccionado el perfil, hay que buscar a aquellas personas que queremos que nos contraten o a quienes pensemos les pueda interesar nuestro producto o perfil. Es recomendable el uso de la «búsqueda avanzada» para ello.
Grupos. En Linkedin podemos crear grupos de personas afines o buscar algunos ya existentes. Esto nos va a permitir establecer contacto directo con las personas que están en esos grupos.
Comunicación. No hay que reducir el uso de esta red social al contacto sino que, como decíamos antes, también hay que comunicar, decirles a otros qué es lo que hacemos y qué estamos buscando. Es interesante tener preparados pequeños textos-plantilla en los que indiquemos en pocas líneas a qué nos dedicamos y qué esperamos de nuestro interlocutor.
Tratamiento. Hay que mantener la educación, como es obvio, pero Linkedin nos permite dejar a un lado los tratamientos excesivamente formales tipo («estimado Sr/Sra», etc.). Hay que tener en cuenta estamos comunicando directamente con la persona, por lo que un “Hola” junto con el nombre es suficiente cuando nos dirijamos a alguien.
Independencia. No es aconsejable utilizar Linkedin vinculado con cuentas en otras redes sociales como Twitter o Facebook. ¿Por qué? Porque la primera presenta la limitación de los 140 caracteres, mientras que la segunda se mueve más en el ámbito personal. Por el contrario, Linkedin se desenvuelve en el ámbito profesional y tiene unos códigos y formas de expresión propios, muy diferentes a las dos anteriores.
Anticipación. No hay que esperar a quedarse sin empleo para empezar a tejer una red profesional. Hay que anticiparse pues se trata de un activo que nos acompañará siempre a lo largo de la vida profesional.
Fuente: http://www.abc.es/tecnologia/redes/20130418/abci-exprime-perfil-linkedin-201304172136.html